Post Peak 
Perspectivas cíclicas

Tras el pico

Nuestras perspectivas para la economía mundial y los mercados en el próximo año

El Autor

Nicola Mai

Gestor de carteras, Analista de crédito soberano

Tiffany Wilding

Economista en la región de Norteamérica

Andrew Balls

CIO Global Fixed Income

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LEER PERSPECTIVAS

 

Nuestro Foro Cíclico de septiembre fue el primero que se celebra en Londres, donde la situación económica actual refleja lo que está ocurriendo en todo el mundo.

El Banco de Inglaterra (BoE) está a punto de poner fin a un largo ciclo de subidas de tipos. Esta política monetaria más restrictiva ha fomentado una mayor volatilidad en los mercados financieros del Reino Unido y preocupa que la economía británica pueda estancarse o caer en recesión próximamente.

Podemos encontrar escenarios similares en todo el mundo, ya que los países continúan luchando contra el fuerte repunte que experimentó la inflación tras la pandemia. Los bancos centrales están llegando al final de sus ciclos de subidas de tipos a diferentes velocidades y con diferentes tipos terminales.

Creemos que tanto el crecimiento como la inflación han tocado techo. Prevemos que el crecimiento se desacelerará en mayor o menor medida en las economías desarrolladas y que podría llegar a contraerse en algunos casos. La resiliencia económica generalizada de este año probablemente se convertirá en debilidad el año que viene, a medida que se agoten las fuentes de respaldo fiscal y los efectos retardados de las políticas monetarias restrictivas ejerzan una mayor influencia en la economía mundial.

Esta desaceleración colectiva podría adoptar diferentes formas en distintos países, dependiendo de su sensibilidad a las variaciones de los tipos de interés. Las diferencias estructurales en los mercados inmobiliarios y la financiación de las hipotecas jugarán un papel importante. Hemos identificado cinco temas económicos y tres temáticas de inversión claves para nuestro horizonte cíclico a 6-12 meses, que compartiremos en las siguientes secciones.

En el entorno actual, abogamos por poner el énfasis en oportunidades de inversión globales y en diversificar nuestras fuentes de exposición a tipos de interés por vencimiento y países. Teniendo en cuenta los niveles de precios actuales, creemos que los activos de mayor riesgo como la renta variable no está descontando adecuadamente el riesgo bajista de una posible recesión más severa.

Rendimientos nunca vistos en más de una década –tanto en términos nominales como ajustados por la inflación– y tasas de inflación moderándose justifican nuestro optimismo sobre las perspectivas de la renta fija. Como siempre, posicionamos nuestras carteras para una amplia variedad de entornos macroeconómicos y de mercado, más allá de nuestro escenario base.

 

Perspectivas económicas: anticipamos debilidad y divergencias

Este año marca el 25º aniversario de la apertura de la oficina de PIMCO en Londres. A día de hoy, Reino Unido es el segundo centro de gestión de activos más grande del mundo y alberga el segundo trade floor más grande de PIMCO, lo que subraya la importancia de nuestra base de clientes internacionales. En Londres se encuentran las oficinas centrales de la región EMEA (Europa, Oriente Próximo y África), que actualmente cuenta con ocho oficinas locales.

Celebrar por primera vez nuestro Foro Cíclico fuera de Estados Unidos potenció algunos de los objetivos que definen el proceso de nuestros foros, como promover una mentalidad global y cuestionar tanto nuestras suposiciones como nuestros prejuicios.

Hace un año, el mercado británico Liability Driven Investment (LDI) sufrió una crisis que comenzó cuando el gobierno del Reino Unido propuso incrementar el gasto público sin explicar cómo lo financiarían. El anuncio provocó fuertes ventas entre los bonos soberanos británicos, conocidos como gilts, e hizo que la libra esterlina se tambalease.

En nuestras Perspectivas Seculares de junio de 2023, tituladas "La economía aftershock", avisamos de que la crisis de las LDI podría ser la precursora de diversos problemas fiscales de naturaleza global y a largo plazo . Esto resulta particularmente relevante ahora que los gobiernos de todo el mundo se enfrentan a la creciente carga de la deuda, incluido Estados Unidos, el mayor emisor de deuda soberana del mundo, que en agosto vio rebajada su calificación crediticia AAA por parte de Fitch. Durante nuestro foro, en el que debatimos estas y otras cuestiones, tuvimos la suerte de contar con un ponente invitado de la talla de sir Charles Bean, ex subgobernador del Banco de Inglaterra (BoE) a cargo de la política monetaria de Reino Unido.

Aunque el cambio de ubicación nos ayudó a poner más énfasis en los mercados de fuera de Estados Unidos, hicimos lo que siempre hacemos en nuestros Foros Cíclicos: debatir los riesgos y las oportunidades más recientes que presenta el entorno económico y de inversión y desarrollar nuestras perspectivas a 6-12 meses. Hemos identificado cinco temas económicos clave.

1) La resiliencia y el respaldo fiscal disminuirán a medida que la política monetaria haga efecto

Milton Friedman afirmaba que la política monetaria actúa con "desfases prolongados y variables". Creemos que puede decirse lo mismo de la política fiscal. La resiliencia económica de este año se ha debido en gran medida al respaldo fiscal proporcionado por el aumento del techo de deuda estadounidense y por los estímulos aprobados durante la pandemia, que los hogares han acumulado en forma de ahorro.

No obstante, este respaldo será cada vez menor. La política fiscal estadounidense se volverá contractiva, mientras que la elevada inflación erosiona el valor real de la riqueza, incluido el ahorro acumulado por las familias durante la pandemia gracias a las ayudas gubernamentales. Nuestro análisis sugiere que los activos líquidos que los hogares acumularon durante la pandemia (ver gráfico 1) probablemente se agotarán en términos reales durante nuestro horizonte cíclico. 

Gráfico 1: Los activos líquidos de los hogares de mercados desarrollados disminuirán en términos reales tras los máximos alcanzados después de la pandemia

El gráfico 1 compara dos gráficos de líneas. El gráfico de la izquierda muestra la variación porcentual que han experimentado los activos líquidos de los hogares, en términos nominales, con respecto al cuarto trimestre de 2019 en varias economías de mercados desarrollados –Nueva Zelanda, Canadá, Australia, Japón, Reino Unido, la eurozona y Estados Unidos– desde 2020 hasta marzo de 2023. El gráfico de la derecha muestra la variación porcentual que han experimentado los activos líquidos de los hogares, en términos reales, en esos mismos países y durante el mismo periodo. En términos nominales, los activos líquidos –que incluyen divisas, depósitos y fondos del mercado monetario– aumentaron de forma constante en Estados Unidos y crecieron un 37% entre el cuarto trimestre de 2019 y marzo de 2022, para después disminuir. Estos activos han aumentado de forma constante en Australia y, en marzo de 2023, acumulaban un crecimiento del 37% con respecto al cuarto trimestre de 2019. Los activos nominales aumentaron de forma menos acusada en Reino Unido, la eurozona y Japón y parece que ya han tocado techo en esas regiones. En términos reales, el crecimiento de los activos líquidos de los hogares alcanzó un máximo a mediados de 2020 y desde entonces se ha ralentizado de forma constante en todos los países con respecto al cuarto trimestre de 2019. Sin embargo, la variación de los activos líquidos de los hogares en términos reales se ha mantenido por encima de cero en todas las regiones. Los datos proceden de PIMCO, la OCDE, los institutos nacionales de estadística y los bancos centrales, a 11 de septiembre de 2023. 

 
Los activos líquidos incluyen las divisas, los depósitos y los fondos del mercado monetario que poseen los hogares.
Fuentes: PIMCO, OCDE, institutos nacionales de estadística y bancos centrales, a 11 de septiembre de 2023.

A medida que disminuya el respaldo fiscal, se intensificará el impacto de la restricción monetaria. Como ya mencionamos en nuestras Perspectivas Seculares, el futuro gasto fiscal podría verse limitado, además, por el elevado endeudamiento y el rol que han desempeñado los estímulos pospandemia en el aumento de la inflación.

Obviamente, hay factores que podrían suavizar el impacto de la política monetaria. El sector privado acumula mucho efectivo que está rindiendo a tipos de interés elevados. Por otra parte, este es el primer gran ciclo restrictivo en el que los bancos centrales pagan intereses sobre las reservas.

Una curva de tipos invertida, en la que la deuda a corto plazo rinde más que a largo plazo, resulta beneficiosa para los ingresos netos por intereses de los hogares, que tienden a mantener activos con duraciones cortas y pasivos a largo plazo.

Además, tanto hogares como empresas han ampliado los vencimientos de sus deudas, lo que se traduce en una transmisión más gradual del impacto de las subidas de tipos. Las importantes compras de activos de renta fija por parte de los bancos centrales implican que los gobiernos también están absorbiendo un mayor porcentaje de las recientes caídas de precios de los bonos.

Aun así, anticipamos debilidad económica. Prevemos que el desempleo aumentará el año que viene, lo que fomentará una normalización de los tipos de interés de referencia hacia niveles más neutrales.

2) El crecimiento y la inflación han tocado techo

La economía mundial, liderada por Estados Unidos, ha mostrado una notable resiliencia, pese a enfrentarse a uno de los ciclos restrictivos más rápidos de la historia moderna, lo que plantea dudas sobre la efectividad de la política monetaria.

Durante el foro nos planteamos si los desfases de la política monetaria podrían haberse alargado a consecuencia de la pandemia y la consiguiente respuesta política o si es necesaria una mayor restricción, por el posible aumento del tipo de interés neutral real a largo plazo. (El tipo de interés neutral, o r*, es una estimación del tipo de interés que permitiría que la economía operase a pleno empleo y con estabilidad de precios).

En nuestra opinión, estamos básicamente ante un desfase. Creemos que el crecimiento ha tocado techo y anticipamos que la resiliencia se convertirá en debilidad a medida que el crecimiento se ralentice hacia el final de este año y en 2024.

El lastre fiscal no tardará en sentirse, sobre todo en Estados Unidos. Consideramos que la política monetaria sigue funcionando, como puede apreciarse en la clara desaceleración del crecimiento del crédito y el significativo endurecimiento de las condiciones para la concesión de préstamos bancarios.

Anticipamos que la resiliencia se convertirá en debilidad a medida que el crecimiento mundial se ralentice a finales de este año y en 2024.
Anticipamos que la resiliencia se convertirá en debilidad a medida que el crecimiento mundial se ralentice a finales de este año y en 2024.

También creemos que la inflación ha tocado techo. En la mayoría de las economías de mercados desarrollados, tanto la inflación general como la subyacente han caído desde máximos, si bien a ritmos diferentes. Es probable que la persistente inflación salarial mantenga la inflación subyacente en niveles altos durante más tiempo, a menos que el mercado laboral se debilite. Estimamos que la inflación rondará el 2,5%–3% en Estados Unidos y Europa a finales de 2024. Anticipamos que la desaceleración del crecimiento y el aumento del desempleo impulsarán la desinflación, ayudados por otros factores.

Gráfico 2: Los tipos de interés reales de EE. UU. llevan por encima de cero desde finales de 2022

El gráfico 2 es un gráfico de líneas que muestra la evolución de los tipos de interés reales de Estados Unidos entre enero de 2021 y septiembre de 2023 para los tramos a 1, 2, 5, 10 y 30 años. Los tipos reales fueron negativos en general en todos los tramos hasta que la Fed empezó a subir los tipos de interés en marzo de 2022, momento en el que los tipos reales empezaron a subir. El tipo de interés a 30 años superó el 0% poco después, seguido del tipo a 10 años, 5, 2 y 1. Sin embargo, a finales de 2022, la curva de tipos se invirtió porque los tipos de interés a 1 y 2 años superaron el tipo a 30 años. A finales de septiembre, los tipos se mantenían entre el 2% y el 3% en todos los tramos. No obstante, la curva de tipos lleva invertida desde finales de 2022. La fuente de los datos es Bloomberg, a 29 de septiembre de 2023. 

 
Fuentes: PIMCO, Bloomberg, a 29 de septiembre de 2023.

3) Un aterrizaje suave sería una anomalía

En términos históricos, es muy poco habitual que los bancos centrales logren un aterrizaje suave de la economía –o evitar una recesión– cuando la inflación empieza el ciclo de subidas de tipos en niveles tan altos.

Hemos analizado 140 ciclos restrictivos vividos en los mercados desarrollados entre la década de los 1960 y la actualidad. Cuando los bancos centrales subieron sus tipos de interés un mínimo de 400 puntos básicos –como han hecho varios este ciclo, incluidos la Reserva Federal estadounidense (Fed), el Banco Central Europeo (BCE) y el BoE– casi todos los ciclos acabaron en recesión.

Además, los mejores resultados económicos tras los anteriores ciclos de subidas con frecuencia estuvieron asociados a una expansión de la oferta. La normalización de las cadenas de suministro después de la pandemia podría ayudar en este sentido, así como una posible mejora de la productividad impulsada por la inteligencia artificial (IA). Sin embargo, está por ver en qué medida contribuirán estos factores a mejorar la productividad en nuestro horizonte cíclico.

La buena situación de la que parten los balances domésticos y corporativos, así como unas políticas de estabilidad financiera proactivas podrían resultar de ayuda: pensemos, por ejemplo, en la intervención del BoE durante la crisis de las LDI o cuando el fondo de garantía de depósitos estadounidense (FDIC) amplió rápidamente las garantías bancarias ante las circunstancias excepcionales del pasado mes de marzo. Hasta ahora, estas políticas han logrado evitar una recesión.

Pero la historia sugiere que unas condiciones financieras restrictivas generan un elevado riesgo de accidentes en los mercados financieros y que determinadas áreas son más vulnerables, como el crédito privado, los inmuebles comerciales y los préstamos bancarios.

También vemos riesgos relacionados con China. La recuperación de la economía china ha sido más débil de lo que se preveía, lastrada por el mercado inmobiliario. En vez de estabilizarse, como se esperaba, la inversión en vivienda ha caído un 7,5% interanual en agosto, según el instituto nacional de estadística del país.

Es probable que hagan falta más estímulos para estabilizar tanto el sector inmobiliario chino como la economía en general, pero existe el riesgo de que estos estímulos sean insuficientes o tarden demasiado en llegar. En un escenario bajista, el crecimiento podría desacelerarse aún más en 2024 (hasta el 3%, frente al 4,4% que prevemos actualmente). Esto deprimiría la demanda china de bienes y servicios mundiales, lastrando la economía global.

El gobierno aún tiene la capacidad y las herramientas para evitar un escenario bajista y prevemos que continuará flexibilizando sus políticas para respaldar el crecimiento.

Más estímulos fiscales, como la ampliación del déficit del gobierno central y una mayor emisión de bonos especiales por parte de los gobiernos locales, podrían ayudar a reactivar la demanda interna mediante inversiones en infraestructuras o rebajas de impuestos. También vemos probable una nueva rebaja del tipo de interés de referencia de China, que actualmente se sitúa en el 2,65%. El gobierno ha exigido recientemente más políticas macro contracíclicas para evitar que la economía sufra una brusca desaceleración.

4) El riesgo de recesión parece más alto de lo que descuentan los mercados

Nuestro escenario principal prevé que el crecimiento decepcione y la inflación se reduzca. Los mercados, y sobre todo los activos de riesgo, parecen descontar un escenario de "desinflación inmaculada" en el que el crecimiento se mantendrá sólido y la inflación subyacente regresará a los niveles objetivo de los bancos centrales con relativa rapidez. En nuestra opinión, esa visión refleja cierta autocomplacencia.

Anticipamos que el crecimiento de los mercados desarrollados se ralentizará en distinta medida en los próximos trimestres y que los mercados más sensibles a tipos de interés serán los más afectados. Europa y Reino Unido también son vulnerables por sus lazos comerciales con China y las consecuencias del shock energético en las relaciones de comercio e inversión. Es previsible que el crecimiento estadounidense también desacelere y que oscile entre el estancamiento y una suave recesión.

Creemos que el desempleo aumentará más de lo que prevén tanto el consenso como los bancos centrales: en torno a un punto porcentual en Estados Unidos y algo menos en Europa.

5) Las políticas monetarias seguirán trayectorias divergentes

El alcance de la desaceleración esperada sigue siendo incierto y variará en las diferentes economías. 

El descenso relativamente gradual de la inflación hace poco probable que los bancos centrales salgan al rescate para reactivar el crecimiento. Opinamos que los principales bancos centrales –incluidos la Fed, el BCE y el BoE– han llegado o están a punto de llegar al final de sus ciclos de subidas, pero es previsible que actúen con prudencia a la hora de bajar tipos, considerando sus mandatos para controlar la inflación.

Vemos mucho margen para que se registren divergencias en política monetaria. Las economías más sensibles a los tipos de interés, como Australia, Nueva Zelanda y Canadá, que por lo general presentan unos niveles más altos de deuda familiar y una mayor proporción de hipotecas a tipo de interés variable (ver gráfico 3) podrían ser las más afectadas. En estos casos, creemos que los tipos de interés podrían normalizarse más rápidamente de lo que el mercado descuenta ahora mismo.

Gráfico 3: La estructura de las hipotecas varía notablemente entre países

El gráfico 3 compara dos gráficos de barras. El gráfico de la izquierda muestra el porcentaje de hipotecas a tipo de interés variable en varios países de mercados desarrollados (sobre el total de hipotecas). En Suecia y Australia, más del 80% son a tipo de interés variable; en torno al 30% en Canadá; entre un 10% y un 15% en Nueva Zelanda, Alemania y Reino Unido, y aproximadamente un 6% en Estados Unidos. El gráfico de la derecha muestra el plazo típico de las hipotecas en esos mismos países: 1 año en Suecia, 2 años en Australia y Nueva Zelanda, 5 años en Reino Unido y Canadá, 10 años en Alemania y 30 años en Estados Unidos. Los datos proceden de los institutos nacionales de estadística y los bancos centrales, a septiembre de 2023. 

 
Fuentes de los porcentajes de hipotecas a tipo de interés variable: instituto nacional de estadística de Australia, Banco de Canadá, Banco de Inglaterra, Banco Central Europeo, U.S. Federal Housing Finance Agency, Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, a agosto de 2023 (Reino Unido, Nueva Zelanda), julio de 2023 (Suecia, Australia, Canadá, Alemania) y junio de 2023 (EE. UU.). Fuentes de los plazos hipotecarios más habituales: Banco de la Reserva de Australia (RBA), Comisión Europea, Fitch Ratings, Morgan Stanley Research, a septiembre de 2023.

En el resto del mundo, creemos que el Banco Popular de China (PBoC) seguirá rebajando su tipo oficial, pero poco. El Banco de Japón (BoJ) irá en contra de la tendencia general y subirá tipos el año que viene, ya que la tendencia de inflación es más alta que en el pasado.

En mercados emergentes, vemos mucho margen de diferenciación. El grupo de bancos centrales más ortodoxos, como los de Brasil y México, que empezaron a subir tipos antes (en muchos casos, antes que la Fed) podrán flexibilizar sus políticas monetarias con relativa rapidez. Otros bancos centrales, como los de Polonia o Turquía, se verán más limitados.

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Implicaciones para la inversión: la renta fija presenta unas perspectivas sólidas en todos los escenarios

Nuestro escenario principal prevé que la inflación vaya regresando a los niveles objetivo de los bancos centrales, aunque las presiones salariales tardarán algo más en relajarse.

Aunque este es nuestro escenario base, antes de formular nuestras conclusiones de inversión evaluamos los riesgos relativos en otros posibles escenarios y construimos nuestras carteras cuidadosamente para minimizar las sorpresas alcistas y bajistas. Estos escenarios alternativos incluyen desde una crisis económica (en la que tanto el crecimiento como la inflación se desplomarían) como un recalentamiento adicional (en el que el crecimiento se mantendría sólido y la inflación volvería a aumentar).

Hemos identificado tres temas de inversión claves:

1) La renta fija ofrece unas perspectivas interesantes, teniendo en cuenta los rendimientos de partida y las previsiones económicas

Creemos que el crecimiento y la inflación han tocado techo y estimamos un riesgo de recesión más alto del que descuentan los mercados, lo que respalda unas perspectivas positivas para las rentabilidades de la renta fija. Tras las subidas registradas recientemente, los niveles de partida de los rendimientos, que muestran una fuerte correlación histórica con las rentabilidades, resultan extremadamente atractivos, ya que los tipos de interés de los bonos se sitúan en niveles que no veíamos desde hace al menos una década, tanto en términos nominales como reales (ver gráfico 4).

Gráfico 4: Tipos a 10 años de mercados desarrollados, en términos nominales y reales

El gráfico 4 contiene dos gráficos de líneas. El primer gráfico muestra los tipos de interés nominales del bono a 10 años de cinco países de mercados desarrollados (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Canadá y Australia) entre 1990 y septiembre de 2023. En ese periodo, los tipos nominales han fluctuado un poco, pero en general han mostrado una tendencia bajista desde el 9%–14% en 1990 hasta un mínimo cercano al 0% en 2020, en torno a la pandemia. Desde entonces, han vuelto a subir hasta un rango de entre algo más del 2% hasta algo más del 4%. El segundo gráfico muestra los tipos de interés reales del bono a 10 años de los mismos países en el mismo periodo. En general, los tipos reales cayeron de forma gradual durante gran parte del periodo analizado, luego aumentaron bruscamente tras la pandemia y han frenado el ritmo más recientemente, aunque aún siguen por encima de sus mínimos, en un rango de entre el 0,5% y el 2,5%. Los datos proceden de PIMCO y Bloomberg, a 2 de octubre de 2023. 

 
Fuentes: PIMCO, Bloomberg, a 2 de octubre de 2023. Los tipos reales de Reino Unido se han ajustado al IPC. Todos los tipos de interés corresponden al bono soberano a 10 años.

Los fondos de renta fija de alta calidad rinden actualmente entre un 5% y un 8%, unos niveles muy atractivos en comparación con la renta variable, y ofrecen protección bajista en caso de recesión. Con los rendimientos en los niveles actuales, la renta fija resulta atractiva aunque la inflación se acelerase hacia el límite superior de nuestra previsión, y estos rendimientos pueden ayudar a los inversores a estar más protegidos ante la incertidumbre actual.

También prevemos que la renta fija y la renta variable recuperen su habitual correlación inversa –según la cual los bonos se comportan bien cuando las acciones sufren y viceversa– a medida que la inflación se acerque al objetivo de los bancos centrales a lo largo del próximo año.

La incertidumbre sobre la inflación y la preocupación por la elevada deuda gubernamental, reflejada en la crisis de las LDI británicas y en la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de Fitch el pasado mes de agosto, deberían ayudar a restablecer unas primas a plazo adecuadas (una estimación de la compensación por invertir en deuda a más largo plazo, en vez de en deuda a más corto plazo) en los mercados desarrollados. Por ejemplo, la medida de la Fed de Nueva York para la prima a plazo (term premium) del treasury estadounidense a 10 años alcanzó el nivel positivo el mes pasado, por primera vez en más de dos años.

Nuestra estimación es que el tipo de interés neutral (r*) seguirá anclado en niveles similares a los que prevalecían antes de la pandemia. Eso ayudaría a anclar las rentabilidades de la renta fija y, en combinación con unas primas a plazo más altas, debería fomentar que las curvas de tipos volvieran a ganar inclinación con el tiempo.

2) Ponemos el énfasis en oportunidades globales y en la diversificación de las fuentes de riesgo y rentabilidad en renta fija

El impacto de la política monetaria, la política fiscal y el agotamiento del ahorro acumulado se dejará sentir a distintas velocidades en los diversos países. Los precios de la energía, la guerra en Ucrania y la exposición a China tendrán diferentes repercusiones a nivel local. Por eso, prevemos que las rentabilidades de la renta fija de alta calidad experimentarán una mayor diferenciación entre países.

Los rendimientos de la renta fija global resultan muy atractivos ahora mismo y ya superan los niveles que esperamos que prevalezcan durante nuestro horizonte cíclico y más allá. Tenemos previsto mantener posiciones sobreponderadas en duración y ampliar aquellas en las que los rendimientos aumenten todavía más.

Estados Unidos ha liderado el aumento de los rendimientos mundiales en las últimas semanas y la propia duración estadounidense ofrece una atractiva rentabilidad potencial. (La duración mide la sensibilidad de un bono a las variaciones de los tipos de interés). También vemos oportunidades muy interesantes en otras regiones como Australia, Canadá, Europa y Reino Unido, dado el diferente grado de sensibilidad a tipos de interés y las distintas trayectorias de los ajustes cuantitativos (la reducción de las posiciones en bonos que mantienen los bancos centrales en sus balances).

Vemos muchas posibilidades de que los ciclos de bajadas de tipos sigan calendarios distintos, ya que los bancos centrales establecerán diferentes umbrales de restricción monetaria dependiendo de la inflación y las dinámicas del mercado laboral.

Históricamente, la diversificación global ha contribuido a generar rentabilidades ajustadas al riego más altas en renta fija.
Históricamente, la diversificación global ha contribuido a generar rentabilidades ajustadas al riego más altas en renta fija.

Después de décadas de bajo crecimiento y escasa inflación, el BoJ sigue en la fase de abandonar el control de la curva de tipos y probablemente subirá tipos cuando otros bancos ya están empezando a bajarlos. Vemos potencial para que los rendimientos japoneses aumenten.

Le vemos muchas ventajas a diversificar las posiciones en términos de duración y posicionamiento a lo largo de la curva de tipos, lo que puede ayudar a los inversores a obtener unas rentabilidades ajustadas por unidad de riesgo más altas. Históricamente, la diversificación global ha generado una mayor rentabilidad por cada unidad de volatilidad. Esto resulta particularmente importante en el entorno actual, a la vista de las divergencias en las rentabilidades esperadas y los riesgos que amenazan el escenario base.

3) Debemos posicionarnos para una amplia diversidad de entornos macro y de mercado

Somos conscientes y monitorizamos los diversos riesgos que amenazan nuestras perspectivas y debemos gestionar las carteras en consecuencia. Esto implica ser flexibles y mantener liquidez, así como enfatizar el valor relativo entre oportunidades de inversión. En general, creemos que el entorno sigue siendo muy positivo para la renta fija de alta calidad.

En el contexto actual, el efectivo puede resultar atractivo, ya que los rendimientos a corto plazo son elevados en términos históricos y el efectivo proporciona la flexibilidad de reinvertir cuando surjan otras oportunidades. Pero esa flexibilidad conlleva riesgos: los rendimientos del efectivo son fugaces.

En nuestra opinión, los bonos con duraciones más largas aportan una mayor resiliencia a las carteras y actualmente ofrecen rendimientos atractivos que pueden capturarse a lo largo de un horizonte temporal más amplio, además de una potencial apreciación en caso de recesión. Creemos que los riesgos se están volviendo más simétricos entre los escenarios de inflación elevada y crecimiento a la baja, mientras que los rendimientos y las valoraciones de la renta fija resultan cada vez más interesantes. Teniendo en cuenta los riesgos que amenazan nuestro escenario principal, los bonos ligados a la inflación podrían reforzar la capacidad de resistencia de una cartera ante una inflación más alta de lo esperado.

Mantenemos una postura prudente en crédito corporativo, dado el riesgo de recesión, y un sesgo hacia la alta calidad en todos los segmentos.

Nos sigue preocupando el crédito corporativo de menor calidad a tipo de interés variable, como los préstamos bancarios y algunos activos de deuda privada que empiezan a verse presionados por unos tipos más altos.

En muchas de nuestras estrategias, intentamos poner el énfasis en las titulizaciones hipotecarias (MBS) de agencias estadounidenses, que ofrecen una gran calidad, respaldo gubernamental, robustos niveles de liquidez y valoraciones atractivas. En crédito, también nos decantamos en términos generales por las inversiones titulizadas y el crédito estructurado.

Los altos tipos de interés, los desafíos a los que se enfrentan los balances bancarios y las presiones regulatorias están creando oportunidades interesantes en el sector de los préstamos privados a consumidores y empresas. Vemos un entorno muy favorable para la inversión privada oportunista en crédito corporativo e inmuebles.

Opinamos que invertir en determinados países de mercados emergentes aporta beneficios en términos de diversificación, gracias a los avances que registran en el frente de la lucha contra la inflación y los niveles en los que se sitúan actualmente los tipos reales. Al igual que en el caso de los mercados desarrollados, creemos que la desinflación avanzará a diferentes velocidades en los mercados emergentes. Algunos bancos centrales de mercados emergentes con altos tipos reales y una inflación a la baja ya han empezado a flexibilizar sus políticas monetarias, mientras que la inflación se ha reducido más rápidamente en muchos países de mercados emergentes que en los países desarrollados.

Como resultado, en muchos países de mercados emergentes el entorno económico ya vuelve a respaldar el crecimiento, los precios de los activos y la apreciación de la divisa. Aun así, el crecimiento de los mercados emergentes podría verse lastrado en 2024 por el mediocre crecimiento de China y el impacto de unas políticas monetarias globales más restrictivas.

Tras la fuerte apreciación registrada recientemente, estamos neutros en general en el dólar estadounidense y enfatizamos el carry en las operaciones en divisas.

Proceso de inversión activa de PIMCO

Propulsado por ideas, probado durante décadas

Sobre nuestros foros

PIMCO es una firma líder mundial en renta fija activa que atesora una vasta experiencia en los mercados públicos y privados. Nuestro proceso de inversión se fundamenta en nuestros Foros Cíclicos y Seculares. Nuestros profesionales de la inversión, repartidos por todo el mundo, se reúnen cuatro veces al año para debatir y analizar la situación de los mercados y la economía mundial e identificar las tendencias que, en nuestra opinión, tendrán repercusiones importantes para la inversión. En estas discusiones de amplio alcance, aplicamos prácticas de ciencias del comportamiento con el objetivo de maximizar el intercambio de ideas, cuestionar nuestras tesis, contrarrestar los sesgos cognitivos y generar análisis inclusivos.

En el Foro Secular, que se celebra con una periodicidad anual, examinamos las perspectivas para los próximos tres a cinco años, lo que nos permite posicionar las carteras de los clientes en previsión de los cambios y las tendencias estructurales de la economía mundial. Creemos que la diversidad de ideas mejora los resultados de inversión y por eso invitamos a distinguidos ponentes –nobeles de Economía, políticos, inversores e historiadores– que aportan una valiosa perspectiva multidimensional a nuestros debates. También fomentamos la participación activa del Consejo Asesor Mundial de PIMCO, un equipo compuesto por expertos en asuntos económicos y políticos de renombre mundial.

En los foros cíclicos, que se celebran tres veces al año, nos centramos en las perspectivas para los próximos seis a doce meses y analizamos la dinámica del ciclo económico en los principales mercados desarrollados y emergentes. Nuestro propósito es detectar potenciales cambios en las políticas monetarias y fiscales, las primas de riesgo y las valoraciones relativas que determinan el posicionamiento de nuestras carteras.

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Todas las inversiones conllevan un riesgo y pueden perder valor. La inversión en el mercado de renta fija está sujeta a riesgos, incluidos el riesgo de mercado, de tipos de interés, de emisor, de crédito, de inflación y de liquidez. El valor de la mayoría de los instrumentos y las estrategias de renta fija se ve afectado por las variaciones de los tipos de interés. Los bonos y las estrategias de renta fija de duración más elevada tienden a ser más sensibles y volátiles que los títulos con duraciones más cortas; el precio de los bonos baja, por lo general, cuando los tipos de interés suben, y los entornos de tipos de interés bajos incrementan este riesgo. La menor capacidad de las contrapartes de los bonos para satisfacer sus compromisos podría contribuir a reducir la liquidez del mercado e incrementar la volatilidad de los precios. En el momento del reembolso, las inversiones en renta fija pueden tener un valor superior o inferior a su coste inicial. La inversión en títulos denominados en moneda extranjera y/o domiciliados en el extranjero puede comportar un mayor riesgo debido a las fluctuaciones cambiarias, así como a los riesgos económicos y políticos, que podrían acentuarse en los mercados emergentes. Los bonos de titulización hipotecaria (MBS) y los bonos de titulización de activos (ABS) pueden ser sensibles a las variaciones de los tipos de interés y estar sujetos al riesgo de amortización anticipada. Aunque en su mayoría están respaldados por algún tipo de aval público (gobiernos u organismos gubernamentales) o privado, no existe garantía de que los avalistas cumplan sus obligaciones. Las referencias a los bonos de titulización hipotecaria, tanto emitidos como no emitidos por agencias, se refieren a hipotecas emitidas en Estados Unidos. Los bonos de titulización hipotecaria emitidos por Ginnie Mae (GNMA) están respaldados por la plena fe y crédito del gobierno de Estados Unidos. Los títulos emitidos por Freddie Mac (FHLMC) y Fannie Mae (FNMA) garantizan el reembolso del principal y de los intereses, pero no están respaldados por la plena fe y crédito del gobierno estadounidense. El crédito privado implica una inversión en títulos que no se negocian en mercados públicos y que están sujetos al riesgo de iliquidez. Las carteras que invierten en crédito privado pueden estar apalancadas y adoptar prácticas de inversión especulativas que aumentan el riesgo de pérdida de la inversión. El valor de los inmuebles y de las carteras que invierten en el sector inmobiliario puede fluctuar debido a: las pérdidas por siniestro o declaración de ruina, los cambios en las condiciones económicas locales y generales, la oferta y la demanda, los tipos de interés, los impuestos sobre bienes inmuebles, las restricciones normativas sobre alquileres, las leyes de zonificación y los gastos operativos. Los instrumentos derivados podrían conllevar determinados costes y riesgos, entre otros, los riesgos de liquidez, tipos de interés, mercado, crédito o gestión, así como el riesgo de que una posición no pueda cerrarse en las condiciones más ventajosas. Al invertir en instrumentos derivados se puede perder un importe mayor al invertido. El riesgo de gestión es el riesgo de que las técnicas de inversión y los análisis de riesgo aplicados por el gestor de inversiones no produzcan los resultados deseados y que determinadas políticas o eventos puedan afectar a las técnicas de inversión de que dispone el gestor en relación con la gestión de la estrategia. La calidad crediticia de un título concreto o de un conjunto de títulos no garantiza la estabilidad ni la protección de la cartera en su conjunto. La diversificación no garantiza la protección frente a una posible pérdida.

Las previsiones, las estimaciones y determinados datos incluidos en el presente documento se basan en el análisis interno, y no deben interpretarse como asesoramiento de inversión, una oferta o una solicitud de compra, ni constituyen una recomendación para la compra o venta de ningún instrumento financiero. Las previsiones y las estimaciones presentan ciertas limitaciones inherentes, y a diferencia de un registro real de rentabilidad, no representan operativa real ni tienen en cuenta las limitaciones de liquidez, las comisiones y/u otros posibles costes. Además, las referencias a resultados futuros no deben interpretarse como una estimación o una promesa de los resultados que podrían derivarse para la cartera de un cliente.

Las declaraciones relativas a las tendencias de los mercados financieros o las estrategias de cartera se fundamentan en las condiciones actuales del mercado, que pueden fluctuar. No existe garantía de que estas estrategias de inversión funcionen bien en todo tipo de condiciones de mercado ni de que resulten adecuadas para todos los inversores, y cada inversor debe evaluar su capacidad para invertir a largo plazo, especialmente durante periodos bajistas del mercado. Los inversores deben consultar a un profesional de inversiones antes de tomar una decisión de inversión. Las perspectivas y las estrategias están sujetas a cambios sin previo aviso.

Este material refleja las opiniones del gestor. Dichas opiniones están sujetas a cambios sin previo aviso. Este material se distribuye exclusivamente con fines informativos, y no debe considerarse como asesoramiento de inversión ni como una recomendación respecto a ningún valor, estrategia o producto de inversión. La información incluida en el presente documento se ha obtenido de fuentes que se estiman fidedignas, aunque ello no puede garantizarse. Se prohíbe expresamente la reproducción de la presente publicación, en todo o en parte, con independencia del formato utilizado, así como la referencia a ella en cualquier otra publicación, sin previo permiso por escrito. PIMCO es una marca comercial propiedad de Allianz Asset Management of America LLC en Estados Unidos y el resto del mundo. ©2023, PIMCO.

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