Conclusiones de inversión: perspectivas centrales
Como ya señalamos en nuestras Perspectivas Seculares de octubre de 2020, "La disrupción se intensifica", creemos que los rendimientos de los bonos gubernamentales básicamente se moverán de forma lateral en los próximos años. Los bancos centrales de todo el mundo han declarado que pasará mucho tiempo hasta que empecemos a ver subidas de tipos, incluso aunque se confirme nuestra perspectiva central de una recuperación económica a lo largo de los próximos 12-18 meses. Los mercados descuentan en gran medida la recuperación, pero con unas curvas de tipos ancladas, mientras que las bolsas y los mercados de crédito descuentan una vuelta a la normalidad tras la pandemia en un horizonte cíclico.
A corto plazo, vemos tanto riesgos alcistas como bajistas para los rendimientos de los bonos gubernamentales, como reflejo de las fuerzas opuestas que ejercen los confinamientos y la menor actividad, por un lado, y las campañas de vacunación, por otro. En la mayoría de nuestras carteras, anticipamos un posicionamiento general más bien neutro en duración. La duración estadounidense sigue presentando un mayor potencial de ganancias de capital ante turbulencias económicas o en los mercados financieros, pero esta ventaja es ahora menos pronunciada, tras el buen comportamiento que mostraron los treasuries estadounidenses a lo largo de 2020.
Aunque, en términos generales, nos mantengamos más bien neutros en duración, prevemos incluir posiciones a favor de una mayor inclinación de la curva en nuestras carteras de renta fija "core", ya que esperamos que, aunque los bancos centrales anclarán los tipos de interés en los tramos a corto plazo, los tramos a más largo plazo acabarán reflejando las expectativas de los mercados con respecto a una mayor reflación. Vemos poco riesgo de que aumente la inflación en un horizonte cíclico, pero sí una creciente incertidumbre sobre la trayectoria de la inflación a más largo plazo, dado el alcance de las intervenciones de política monetaria y fiscal. Seguimos pensando que, en un horizonte cíclico, los títulos del Tesoro estadounidense ligados a la inflación (TIPS) ofrecen protección frente al riesgo de inflación a un precio razonable.
Basándonos en nuestras perspectivas centrales y en los precios del mercado, es previsible que mantengamos posiciones sobreponderadas en productos de crédito, como hipotecas no de agencia y otros productos estructurados, que sobreponderemos títulos de crédito corporativo cuidadosamente seleccionados y que invirtamos en crédito soberano de mercados emergentes denominado en divisa extranjera. Intentaremos evitar posiciones genéricas en crédito corporativo que ofrezcan poco margen de estrechamiento y nos decantaremos por los títulos seleccionados por nuestros equipos de crédito, así como por índices de swaps de riesgo de crédito (CDS) líquidos, para ganar exposición a la beta.
Nos siguen gustando los bonos de titulización hipotecaria (MBS) de agencia, que conjugan un carry aún atractivo en las hipotecas con cupones más bajos y el sólido respaldo de la Fed con unas valoraciones que, en nuestras opinión, han pasado de baratas a razonables.
En mercados emergentes (ME), además de las posiciones en divisa extranjera, prevemos abrir posiciones seleccionadas en divisa local cuando sea adecuado, ajustando cuidadosamente el tamaño a las condiciones de liquidez y manteniendo una orientación a medio plazo en estos mercados.
En divisas, esperamos seguir ligeramente infraponderados en el dólar estadounidense frente a la cesta de divisas del G10 y contar con exposición a divisas de ME seleccionadas en nuestras carteras de orientación más global. Esto refleja las valoraciones y el potencial que presentan las divisas de los países más expuestos al ciclo económico mundial –que, por lo tanto, tienen más probabilidades de verse beneficiados por la recuperación que anticipamos– para comportarse mejor que el dólar.
Riesgo para las perspectivas n.º 1: fatiga fiscal
Obviamente, existen riesgos que amenazan nuestras perspectivas económicas y que tienen implicaciones para la inversión.
Para empezar, aunque nuestro escenario central asume el mantenimiento de los estímulos fiscales, respaldados por políticas monetarias expansivas, la aparición de fatiga fiscal representaría un riesgo importante para la esperada recuperación económica, sobre todo durante la segunda mitad de este año y aún más en 2022. En EE. UU., es probable que este año se aprueben medidas de apoyo adicionales, ya que la victoria de los demócratas en Georgia les ha concedido una ajustada mayoría en el Senado, pero hacia final de año la atención podría pasar a centrarse en potenciales subidas de impuestos a empresas y rentas altas, que entrarían en vigor en 2022.
En Europa, gran parte de los estímulos fiscales se materializarán en 2021 porque ya se contemplan en los presupuestos nacionales y en el fondo de recuperación NextGenerationEU. Sin embargo, la realidad de los elevados déficits fiscales podría empezar a minar la voluntad de las autoridades para mantener y ampliar los estímulos según sea necesario. En el Viejo Continente, los presupuestos del año siguiente suelen empezar a debatirse después del verano, por lo que cualquier cambio en la dirección de la política fiscal de cara a 2022 podría hacerse evidente en la segunda mitad del año. Esta situación podría verse agravada por el techo de deuda que impone la constitución alemana, suspendido de forma extraordinaria en 2020 y 2021 pero que exigirá recortes presupuestarios a partir de 2022. Las expectativas de futuras restricciones fiscales en forma de recortes de gasto y subidas de impuestos podrían empezar a afectar los planes de gasto de hogares y empresas a lo largo de este año.
Riesgo n.º 2: China vuelve a priorizar el desapalancamiento
Ahora que la economía china ha superado claramente la recesión provocada por la COVID-19 hace un año y muestra un fuerte dinamismo de cara a 2021, creemos que las autoridades volverán a centrar sus esfuerzos en reducir el endeudamiento a lo largo de este año, con el objetivo de evitar la formación de burbujas y garantizar la sostenibilidad del crecimiento a largo plazo. Por este motivo, nuestro equipo de China prevé que el crecimiento del crédito se desacelerará en 2021, haciendo que el impulso del crédito pase de positivo a negativo. (En términos generales, el impulso del crédito mide la variación del crecimiento del crédito y suele ser un indicador adelantado del crecimiento del PIB). Calibrar la cantidad justa de expansión o restricción del crédito en una economía de 14 billones de dólares que presenta un alto nivel de endeudamiento resulta tremendamente complicado, por lo que existe un riesgo real de que las autoridades "se pasen de frenada", lo que provocaría una desaceleración del crecimiento más brusca de lo esperado con repercusiones negativas para las economías y los sectores que más dependen de la demanda de China.
Riesgo n.º 3: Secuelas económicas
El mayor factor de incertidumbre para nuestras perspectivas económicas tiene que ver con las posibles secuelas que podrían inhibir o incluso impedir que volvamos rápidamente a los niveles de consumo, inversión empresarial y contratación previos a la pandemia. Dada la especial naturaleza y la gravedad de la crisis de COVID-19, resulta difícil anticipar posibles cambios en el comportamiento de hogares y empresas. Aunque nuestro escenario central asume que este año se liberará gran parte de la demanda acumulada, a medida que la inmunización de la población permita relajar las medidas, voluntarias o impuestas por los gobiernos, que restringen la actividad económica, existe un riesgo significativo de que los hogares y las empresas sean conservadores con sus decisiones de gasto e inversión durante un largo periodo de tiempo. Por otra parte, la participación de la fuerza laboral, que se redujo en muchos países el año pasado, quizás no se recupere rápidamente. Es posible que la magnitud del daño infligido a los balances corporativos y los modelos de negocio no se haga visible hasta que expiren las ayudas gubernamentales.
Conclusiones de inversión: factores de riesgo
Aunque puede que los mercados de riesgo se comporten bien a lo largo de los próximos meses, gracias a las campañas de vacunación masiva y a las medidas de estímulo, los inversores podrían estar siendo demasiado autocomplacientes, si nos atenemos al optimista posicionamiento de consenso. Como subrayan estos factores de riesgo, opinamos que ahora es el momento de posicionar la cartera con cuidado y no de mostrarse excesivamente optimistas ni de asumir grandes riesgos. Teniendo en cuenta los bajos tipos, los estrechos diferenciales y la escasa volatilidad, planeamos poner el énfasis en la preservación de capital y en una cuidadosa gestión de la liquidez. Intentaremos ser pacientes y flexibles, protegernos frente a un aumento de la volatilidad del mercado y añadir alfa en condiciones de mercado más complicadas. La fatiga fiscal podría hacer que la recuperación sea más débil, compensando otros riesgos para el nivel general de los rendimientos mundiales. El desapalancamiento de China pone de relieve los riesgos bajistas para el crecimiento mundial, así como riesgos sectoriales y para los países más expuestos al ciclo económico chino. El riesgo de secuelas económicas enfatiza la idea de que, aunque existen buenas oportunidades en los sectores relacionados con el ocio y los viajes, es necesario gestionar cuidadosamente las exposiciones y no dedicarse a comprar sin ton ni son los títulos más baratos. Creemos que las estrategias de crédito privado representan un vehículo atractivo para adoptar posiciones a largo plazo en los sectores más oportunistas y de mayor riesgo.
Como destacamos en nuestras Perspectivas Seculares, además de estas fuentes de riesgo cíclico existen una serie de factores de disrupción estructural que nos llevan a pensar que la recuperación pospandemia no dará paso a una nueva década de mercados alcistas. Más bien, anticipamos un difícil entorno de mercado una vez que se hayan agotado las apuestas fáciles relacionadas con la recuperación de la pandemia. Como gestores activos, intentaremos añadir valor mediante la selección de títulos en los distintos segmentos del crédito, poniendo el énfasis en las fuentes de rentas de mayor calidad, y buscaremos las mejores oportunidades en todo el mundo.