Lecciones de inversión

Índices de referencia

A la hora de invertir, un índice de referencia desempeña una función esencial. Un índice de referencia, con frecuencia bajo la forma de un índice de mercado, suele ser el punto de partida de un gestor para la construcción de una cartera y establece cómo debería ser la gestión continua de dicha cartera en términos de riesgo y rentabilidad. Asimismo, permite a los inversores evaluar la rentabilidad relativa de sus carteras.

¿Qué es un índice de referencia?

En la mayoría de los casos, los inversores eligen un índice de mercado o una combinación de índices como referencia para sus carteras. Un índice replica la rentabilidad de una amplia clase de activos, como las acciones cotizadas, o un segmento más delimitado del mercado, como los valores de las empresas tecnológicas. Puesto que los índices reflejan la rentabilidad a lo largo del tiempo (sobre una base de «comprar y mantener») y no intentan en ningún momento determinar cuáles son los valores más atractivos, representan un enfoque de inversión «pasivo» y pueden proporcionar una buena referencia con la que comparar la rentabilidad de una cartera gestionada activamente. La utilización de un índice permite establecer el valor añadido de un gestor activo, así como identificar las inversiones de donde se obtiene ese valor.

Estos son algunos de los índices de renta variable que se utilizan con más frecuencia como indicadores de referencia:

 

Existen muchos otros índices de renta variable diseñados para realizar un seguimiento de la rentabilidad de diversos sectores y segmentos del mercado. Dado que los valores cotizan en mercados abiertos y los precios son públicos, los índices principales los mantienen empresas editoriales, como Dow Jones y The Financial Times, o las propias bolsas.

Los valores de renta fija no cotizan en mercados abiertos y, por ende, los precios de los bonos son menos transparentes. En consecuencia, los índices utilizados más habitualmente son los creados por las grandes sociedades de valores que compran y venden emisiones de renta fija, entre las que se incluyen Barclays Capital (que en la actualidad también gestiona los índices constituidos originalmente por Lehman Brothers), Citigroup, J.P. Morgan y BofA Merrill Lynch. Entre los índices ampliamente conocidos se encuentran el índice Barclays U.S. Aggregate Bond, que realiza un seguimiento de los mayores emisores de bonos de Estados Unidos, y el índice Barclays Global Aggregate Bond, representativo de los emisores de bonos de mayor tamaño a escala mundial.

De hecho, las firmas de bonos han creado decenas de índices, por lo que prácticamente existe un índice de referencia para cualquier mercado de renta fija al que se exponga un inversor. Con frecuencia se crean nuevos índices a medida que crece el interés de los inversores por diferentes tipos de carteras. Por ejemplo, como consecuencia del aumento de la demanda de deuda de los mercados emergentes, J.P. Morgan creó su índice Emerging Markets Bond en 1992 con el fin de ofrecer un índice de referencia para las carteras orientadas a los mercados emergentes.

También existen índices para otras clases de activos, como los bienes inmuebles y las materias primas, que pueden resultar de especial interés para los inversores preocupados por la inflación. Como ejemplos de estos últimos podemos citar el índice Dow Jones U.S. Select Real Estate Investment Trust (REIT) y el índice Bloomberg Commodity.

¿Cuáles son las metodologías utilizadas para crear índices?

Los principales proveedores de índices utilizan una serie de criterios específicos y predeterminados, como el tamaño y las calificaciones crediticias, para establecer qué valores se incluirán en un índice concreto. Por regla general, las metodologías, los datos de rentabilidad y otras estadísticas de los índices pueden consultarse en el sitio web del editor del índice o a través de los servicios de noticias, como Bloomberg o Reuters.

En lugar de establecer la media de las cotizaciones de las acciones o los bonos, los índices suelen ponderar cada componente; la ponderación más habitual se basa en la capitalización de mercado. Las empresas con más valores de renta variable o renta fija en circulación reciben ponderaciones más altas y, por consiguiente, tienen más influencia en la rentabilidad del índice. Por consiguiente, las grandes fluctuaciones en las cotizaciones de las acciones o los bonos de las empresas de mayor tamaño se traducen en amplias oscilaciones de los precios en un índice.

Con el fin de reducir la volatilidad que puede derivarse de la ponderación por capitalización de mercado y mejorar potencialmente la rentabilidad, en los últimos años han aparecido metodologías de indexación alternativas. Entre estas metodologías, los índices fundamentales, desarrollados por Research Affiliates, entidad subasesora de PIMCO, seleccionan y ponderan las empresas utilizando datos fundamentales como las ventas, el flujo de caja, el valor contable y los dividendos.

Los índices de renta fija ponderados por capitalización de mercado presentan un aspecto inquietante: los componentes más influyentes (o de mayor tamaño) también pueden ser los que acumulen más deuda, lo que puede ser indicativo de un deterioro en sus finanzas. En parte para evitar el exceso de exposición a países y empresas con un endeudamiento excesivo, PIMCO creó un índice de renta fija en 2009 basado en el producto interior bruto en lugar de en la capitalización de mercado. Este índice se llama PIMCO Global Advantage® Bond Index (GLADI) y pretende identificar oportunidades de inversión en economías de rápido crecimiento. Asimismo, el GLADI incluye más instrumentos que los contemplados por los índices de renta fija al uso, como swaps y bonos indexados a la inflación.

¿Cómo se usan los índices de referencia para evaluar la rentabilidad?

La diferencia entre la rentabilidad (o rentabilidad de la inversión) de una cartera concreta y su índice de referencia se denomina tracking error. El tracking error suele presentarse en forma de porcentaje de desviación típica y puede ser tanto positivo como negativo.

Cuando una cartera se gestiona de forma activa, el tracking error puede reflejar las decisiones de inversión adoptadas por el gestor activo en su intento por mejorar la rentabilidad. Si el gestor activo consigue buenos resultados, el tracking error es positivo y la cartera arroja una rentabilidad superior a la del índice de referencia; de lo contrario, la cartera queda rezagada en relación con su indicador.

La composición de una cartera de inversiones, ya se gestione de forma activa o pasiva, puede ser diferente a la de su índice de referencia por otros motivos. Por ejemplo, el índice de referencia puede contener un elevado número de valores, de modo que resulte imposible que una cartera los tenga todos representados. Asimismo, puede incluir valores difíciles de comprar, lo que llevará al gestor de la cartera a sustituirlos por valores similares. En cualquier caso, se producirá un tracking error.

El tracking error también puede surgir cuando cambian los componentes de un índice. Es posible que se sustituya un bono del índice a causa de una revisión a la baja de su calidad crediticia o que se reemplace una acción por otra de una empresa de crecimiento más rápido. A diferencia de los índices, los gestores activos que replican esos cambios incurren en costes de negociación, por lo que se genera un tracking error. Asimismo, los gestores activos pueden optar por realizar asignaciones a valores no incluidos en el índice en determinados sectores con el fin de intentar ofrecer unos resultados superiores a los del índice de referencia.

¿Cómo debe seleccionar un índice de referencia?

En vista del sinfín de índices de referencia entre los que elegir, puede resultar complicado escoger cuál o qué combinación de ellos utilizar. Antes de elegir, estas son algunas preguntas que cabría plantearse.

¿Cuáles son los objetivos generales de rentabilidad y cuál es la tolerancia a la volatilidad o al riesgo?

Los inversores deberían evaluar sus objetivos de rentabilidad y su tolerancia al riesgo antes de seleccionar un índice. Un inversor con una baja tolerancia al riesgo muy probablemente seleccionará un índice con una duración más corta y una calidad crediticia más elevada. Un inversor que desee obtener una alta rentabilidad puede seleccionar un índice con un historial de rentabilidades elevadas a largo plazo, que también puede experimentar volatilidad en la rentabilidad y arrojar rentabilidades absolutas negativas en periodos de tiempo más breves. Si el objetivo de la cartera es compensar los compromisos que varían en función de los cambios en los tipos de interés, el aspecto más importante a la hora de seleccionar un índice de referencia puede ser la sensibilidad de este a los tipos de interés (o duración), en lugar de sus rentabilidades potenciales.

¿Cuál es su necesidad de liquidez?

Un inversor que pretenda invertir efectivo de explotación que se emplea para atender compromisos u obligaciones a corto plazo necesitará una cartera muy líquida y, con toda probabilidad, seleccionará un índice con una duración muy breve. Este tipo de inversor seguramente se mantendrá alejado de los índices de referencia de mayor riesgo que contienen valores menos líquidos y muestran mayor sensibilidad a los tipos de interés. Los inversores en efectivo también pueden seleccionar índices personalizados, concebidos para adaptarse a sus perfiles de liquidez.

¿Tiene la intención de invertir en valores internacionales?

Dado que la exposición cambiaria puede afectar al valor y la volatilidad de una cartera, los valores mundiales pueden cumplir dos objetivos distintos, en función de si se cubre o no la exposición a divisas.

Un inversor internacional que desee adoptar una posición en divisas invirtiendo en títulos extranjeros usará un índice sin cobertura, es decir, expuesto a las fluctuaciones cambiarias. Por ejemplo, un inversor que considere que el dólar estadounidense se depreciará puede optar por invertir en valores denominados en otras divisas porque su valor aumentará si el dólar cae. Sin embargo, los inversores que persiguen la protección del capital o satisfacer sus compromisos suelen elegir índices que cubren el riesgo de cambio y evitan la volatilidad que podría derivarse de la inversión en divisas.

¿Qué sucede cuando tiene obligaciones indexadas a la inflación?

El aumento de la inflación puede erosionar la rentabilidad real (o ajustada a la inflación) de una inversión. Por consiguiente, un inversor en renta fija con obligaciones indexadas a la inflación puede elegir, por ejemplo, el índice Barclays Capital Euro Inflation-Linked, que se compone de bonos indexados a la inflación de la zona euro cuyos pagos de principal e intereses aumentan en consonancia con la inflación. Los índices que replican la rentabilidad de inversiones específicas que suelen beneficiarse de la inflación, como los bienes inmuebles y las materias primas, pueden resultar útiles como indicadores de referencia para carteras que invierten en esos activos. Entre estos índices se incluyen el Dow Jones U.S. Select Real Estate Trust (REIT) y el Bloomberg Commodity.

¿En cuántos tipos de valores diferentes desea que el gestor de carteras pueda invertir?

Un índice de referencia debería adaptarse adecuadamente a su cartera y a su gestor de inversiones en lo que respecta al abanico de valores en los que puede invertir. Un amplio universo de inversión podría contribuir a incrementar la rentabilidad y reducir la volatilidad. Sin embargo, si el índice de referencia es «demasiado acotado», al gestor de inversiones puede resultarle difícil realizar aportaciones notables a la rentabilidad global de la cartera a partir de la gestión activa.

¿Deben tenerse en cuenta los estándares de los índices de referencia?

Seleccionar un índice de referencia específico es una decisión individual. No obstante, existen determinados criterios mínimos que todo índice debería cumplir. Para que resulte eficaz, un índice de referencia debería satisfacer, si no todos, la mayor parte de los siguientes criterios:

  • Inequívoco y transparente – los nombres y las ponderaciones de los valores que constituyen el índice de referencia deberían estar definidos claramente.
  • Accesible – el índice de referencia debe contener valores que un inversor pueda adquirir en el mercado o replicar fácilmente.
  • Valorado a diario – el cálculo de la rentabilidad del índice de referencia debería efectuarse periódicamente.
  • Disponibilidad de datos históricos – las rentabilidades pasadas de un índice de referencia deberían estar disponibles para evaluar los resultados históricos.
  • Baja rotación – el índice no debería presentar una elevada rotación de sus componentes, puesto que resultaría complicado basar la asignación de una cartera en un índice cuya composición cambia constantemente.
  • Especificado de antemano – el índice de referencia debería estar construido antes del inicio de la evaluación.
  • Características de riesgos publicadas – el proveedor del índice de referencia debería publicar regularmente los datos de riesgo detallados del índice de referencia, de modo que el gestor de inversiones pueda comparar los riesgos de la cartera gestionada activamente con los riesgos de la referencia pasiva.

¿Cuáles son los riesgos?

Dado que los índices de referencia de hoy en día cubren todos los tipos de activos y estrategias de inversión, los inversores deberían analizar detenidamente los riesgos subyacentes de una referencia, o índice, así como su tolerancia al riesgo a la hora de evaluar un índice. Asimismo, los inversores deben ser conscientes de las posiciones de sus carteras en comparación con las de sus índices de referencia con el fin de comprender por qué sus carteras pueden arrojar resultados diferentes de los del índice. Todas las inversiones conllevan un riesgo y pueden perder valor.

Avisos Legales

Las rentabilidades pasadas no garantizan ni son un indicador fiable de las rentabilidades futuras.

Acerca del riesgo: La inversión en los mercados de renta fija conlleva riesgos, entre los que se incluyen los riesgos de mercado, de tipos de interés, de emisor, de crédito, de inflación y de liquidez. El valor de la mayoría de los instrumentos y las estrategias de renta fija se ve afectado por las variaciones de los tipos de interés. Los instrumentos y las estrategias de renta fija de duración más elevada tienden a ser más sensibles y volátiles que los valores con duraciones más cortas; el precio de los bonos baja, por lo general, cuando los tipos de interés suben, y el entorno actual de tipos de interés bajos incrementa este riesgo. La actual menor capacidad de las contrapartes de los bonos para satisfacer sus compromisos podría contribuir a reducir la liquidez del mercado e incrementar la volatilidad de los precios. En el momento del reembolso, las inversiones en renta fija pueden tener un valor superior o inferior a su coste inicial. La inversión en valores denominados en moneda extranjera y/o domiciliados en el extranjero puede comportar un mayor riesgo debido a las fluctuaciones cambiarias, así como a los riesgos económicos y políticos, que podrían acentuarse en los mercados emergentes. Los bonos de titulización hipotecaria y los bonos de titulización de activos pueden ser sensibles a las variaciones de los tipos de interés, puesto que están sujetos al riesgo de reembolso anticipado. Asimismo, su valor puede fluctuar en respuesta a la percepción que el mercado tenga de la solvencia del emisor. Aunque en su mayoría están respaldados por algún tipo de aval público o privado, no existe garantía de que los avalistas privados cumplan sus obligaciones. Los valores high-yield y con calificaciones inferiores entrañan mayores riesgos que sus homólogos con calificaciones más elevadas; por tanto, las carteras que invierten en ellos podrían estar sujetas a mayores niveles de riesgo de crédito y liquidez que las que no lo hacen. Los ingresos procedentes de los bonos municipales podrán estar sujetos a impuestos de ámbito estatal y local y, ocasionalmente, al impuesto mínimo alternativo. Algunos valores de deuda pública de Estados Unidos están respaldados por la credibilidad del gobierno. Las obligaciones emitidas por agencias y organismos de la Administración de Estados Unidos cuentan con distintos grados de apoyo, pero en general no están respaldadas por el crédito y la solvencia plenos del Gobierno federal estadounidense. Las carteras que invierten en tales valores no están garantizadas y su valor podrá fluctuar. Los bonos indexados a la inflación (ILB) emitidos por un gobierno son valores de renta fija cuyo principal se reajusta de forma periódica en función de la tasa de inflación; los ILB pierden valor cuando los tipos de interés reales aumentan. Los valores del Tesoro protegidos contra la inflación (Treasury Inflation-Protected Securities, TIPS) son ILB emitidos por el Gobierno de Estados Unidos. La diversificación no garantiza la protección frente a una posible pérdida.

No existe garantía de que estas estrategias de inversión funcionen bien en todo tipo de condiciones de mercado ni de que resulten adecuadas para todos los inversores, y cada inversor debe evaluar su capacidad para invertir a largo plazo, especialmente durante periodos bajistas del mercado. No es posible invertir directamente en un índice no gestionado.

Este material se distribuye exclusivamente con fines informativos, y no debe considerarse como asesoramiento de inversión ni como una recomendación respecto a ningún valor, estrategia o producto de inversión. Se recomienda a los inversores que consulten a su profesional de inversión antes de tomar cualquier decisión de inversión. La información incluida en el presente documento se ha obtenido de fuentes que se estiman fidedignas, aunque ello no puede garantizarse.